
El Nobel de Economía queda por primera vez en manos de una mujer
La estadounidense Elinor Osrom junto a Oliver E. Williamson, del mismo país, fueron los galardonados con el premio que cerró su ronda de entregas en 2009. Se destacaron por sus análisis sobre el Gobierno económico y sobre los límites de las empresas, respectivamente.
El premio de Economía, que no forma parte del legado de Alfred Nobel y se otorga desde 1969 en vez de desde 1901, era el único que nunca había incluido a una mujer en su palmarés, que hasta hoy contaba con 64 galardonados en 40 ediciones.
La elección de Ostrom redondea una edición histórica en la que se ha batido el número de mujeres galardonadas en un año, con cinco del total de 12 premiados.
Ostrom, nacida en 1933 en Los Ángeles, es catedrática de Ciencias Políticas por la Universidad de Los Ángeles (California) y fundadora del Centro para el Estudios de la Diversidad Institucional de la Universidad de Arizona.
Al premiar a Ostrom y a Williamson la Real Academia Sueca reconoce a dos estudiosos que han contribuido de forma decisiva durante tres décadas a situar la política económica como campo de investigación central, demostrando que los análisis económicos pueden arrojar luz sobre la mayor parte de formas de organización social.
Ostrom ha demostrado cómo las asociaciones de propietarios pueden administrar con éxito propiedades comunitarias, mientras que Williamson ha desarrollado una teoría en la que las empresas sirven de estructuras para la resolución de conflictos.
A partir de estudios de propiedades comunes de bancos pesqueros, pastos, bosques, lagos y aguas, Ostrom concluyó que los resultados son con frecuencia mejores de lo que predicen las teorías estándares y que los usuarios desarrollan mecanismos sofisticados para tomar decisiones y reforzar las reglas al tratar conflictos de intereses.
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Williamson se propuso clarificar por qué algunas transacciones ocurren dentro de las empresas y no en los mercados, y concluyó que las organizaciones jerárquicas emergen cuando las transacciones son complejas o no estándares y cuando las partes son interdependientes.
El marco general establecido por Williamson ha demostrado además ser productivo para analizar todo tipo de contratos incompletos, desde los realizados entre miembros de un hogar a los contratos financieros entre empresarios e inversores.
Ostrom y Williamson suceden en el palmarés del premio a su compatriota Paul Krugman, galardonado por sus análisis de los patrones de comercio y de la localización de la actividad económica.
El premio de Economía cierra la ronda de anuncios de los Nobel 2009, el más codiciado de los cuales, el de la Paz, recayó el viernes en el mandatario estadounidense, Barack Obama.
El de Literatura, anunciado el jueves, fue para la escritora rumano-alemana Herta Müller, considerada la voz de los desposeídos y representante de la minoría germana en Rumanía.
En lo que concierne a los del ámbito científico, el pasado lunes se dio a conocer el de Medicina, que fue para los estadounidenses Elizabeth H. Blackburn, Carol Greider y Jack W. Szostak.
A éste siguió el de Física, al británico-estadounidense Charles Kuen Kao y los estadounidenses Willard Sterling Boyle y Georges Elwood Smith.
El miércoles se concedió el de Química a los norteamericanos Venkatraman Ramakrishnan y Thomas A. Steitz y la israelí Ada E. Yonath.
El Nobel de Economía está dotado con 10 millones de coronas suecas (980.000 euros o 1,4 millones de dólares) y, como el resto, se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.
La totalidad de los galardones se entrega en Estocolmo, excepto el de la Paz, cuya ceremonia tiene lugar en Oslo.
A partir de estudios de propiedades comunes de bancos pesqueros, pastos, bosques, lagos y aguas, Ostrom concluyó que los resultados son con frecuencia mejores de lo que predicen las teorías estándares y que los usuarios desarrollan mecanismos sofisticados para tomar decisiones y reforzar las reglas al tratar conflictos de intereses.
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Williamson se propuso clarificar por qué algunas transacciones ocurren dentro de las empresas y no en los mercados, y concluyó que las organizaciones jerárquicas emergen cuando las transacciones son complejas o no estándares y cuando las partes son interdependientes.
El marco general establecido por Williamson ha demostrado además ser productivo para analizar todo tipo de contratos incompletos, desde los realizados entre miembros de un hogar a los contratos financieros entre empresarios e inversores.
Ostrom y Williamson suceden en el palmarés del premio a su compatriota Paul Krugman, galardonado por sus análisis de los patrones de comercio y de la localización de la actividad económica.
El premio de Economía cierra la ronda de anuncios de los Nobel 2009, el más codiciado de los cuales, el de la Paz, recayó el viernes en el mandatario estadounidense, Barack Obama.
El de Literatura, anunciado el jueves, fue para la escritora rumano-alemana Herta Müller, considerada la voz de los desposeídos y representante de la minoría germana en Rumanía.
En lo que concierne a los del ámbito científico, el pasado lunes se dio a conocer el de Medicina, que fue para los estadounidenses Elizabeth H. Blackburn, Carol Greider y Jack W. Szostak.
A éste siguió el de Física, al británico-estadounidense Charles Kuen Kao y los estadounidenses Willard Sterling Boyle y Georges Elwood Smith.
El miércoles se concedió el de Química a los norteamericanos Venkatraman Ramakrishnan y Thomas A. Steitz y la israelí Ada E. Yonath.
El Nobel de Economía está dotado con 10 millones de coronas suecas (980.000 euros o 1,4 millones de dólares) y, como el resto, se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.
La totalidad de los galardones se entrega en Estocolmo, excepto el de la Paz, cuya ceremonia tiene lugar en Oslo.
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