De su muerte, el mundo se enteró 13.000 millones de años después. Ocurrió en un universo naciente y turbulento que apenas cobraba forma.Sí, astrónomos acaban de percibir una explosión de rayos gamma ocurrida cuando el universo apenas tenía 630 millones de años después del Big Bang.Para la observación utilizaron el sistema de radiotelescopios de la Very Large Array. La gigantesca explosión, una de las más potentes conocidas, fue detectada el 23 de abril pasado por el satélite Swift de la Nasa.
Pronto los astrónomos intuyeron que se trataba de un suceso acontecido cuando el universo sólo tenía un 4 por ciento de su edad."La explosión provee una mirada sin precedentes a una era cuando el universo era muy joven y se estaban presentando drásticos cambios. La oscuridad primigenia comenzaba a ser perforada por la luz de las primeras estrellas y galaxias, que empezaban a tomar forma.
La estrella que explotó pertenecía a la primera generación de estrellas", explicó Dale Frail, del National Radio Astronomy Observatory (NRAO).Tras la primera señal de alerta, los astrónomos de todo el mundo dirigieron sus telescopios a ese punto para estudiar la explosión, denominada GRB 090423. La red VLA miró hacia el objeto al día siguiente y a la semana detectó las primeras ondas de radio y registró los cambios en el objeto, que se desvaneció dos meses después.Cuando cualquier persona mira al cielo, mira el pasado, pues está viendo las estrellas como eran cuando el rayo de luz que golpea sus ojos partió de ellas. Así, al mirar el Sol, se le ve como era 8 minutos antes, tiempo que tarda la luz en llegar hasta un observador.
Por eso es que se pueden observar cuerpos que vivieron hace miles de millones de años."Es importante estudiar estas explosiones con distintos tipos de telescopios. Nuestro grupo combinó datos del VLA con los de telescopios de rayos X e infrarrojo para reunir algunas de las condiciones físicas de la explosión", explicó Derek Fox, de Pennsylania State University.El resultado, publicado en Astrophysical Journal Letters, fue una mirada exclusiva al universo en sus primeras etapas, lo que no se hubiera podido lograr de manera independiente.La explosión, concluyeron, fue más energética que la mayoría de explosiones de rayos gamma, produjo un estallido casi esférico que se expandió por el medio gaseoso tenue y relativamente uniforme que rodeaba la estrella.Los astrónomos sospechan que las primeras estrellas del universo eran muy diferentes de las que se formaron después: más brillantes, más calientes y mucho más masivas.
La esperanza es encontrar evidencias de esos gigantes observando objetos tan o más distantes que GRB 090423.Y la mejor manera de distinguir esas lejanas generaciones de estrellas es estudiando su explosiva muerte, como en supernovas y explosiones de rayos gamma, como dijera Poonam Chandra, del Royal Military College of Canada, líder del grupo de científicos.

En la foto se aprecian algunas antenas de la red situada en Nuevo México (Estados Unidos). Es un dispositivo de 27 antenas, cada una con disco de 25 metros y peso de 209 toneladas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario